10 de Mayo del 2014. Ante un estadio Jalisco pletórico (en el que yo me encontraba dentro de los asistentes) los Leones Negros ascendieron a la primera división, después de vencer a los Estudiantes Tecos en una serie de penales al terminar empatados 1-1.
Entonces, yo referí en este espacio (http://bit.ly/1HpJ1MI) que lo que el equipo necesitaba en términos comerciales era desarrollar una Licencia y dejar de lado la producción propia de artículos, que sinceramente no cumplían con la calidad que el consumidor merece y que eran bastante desatinados en la elección de productos que desarrollarían para comercializar. ¡Fistoles metálicos! ¡Vaya ceguera de taller! Un par de meses más tarde, referí haber escuchado en el radio que tenían un programa de licencias con más de 200 artículos en el mercado… Ante mi sorpresa, un poco después corroboré con una persona de Chenson, que ya tenían la propiedad y entonces entendí…190 SKU’s de los 200 podrían ser de Chenson, eso haría todo el sentido.
Para el último Q del 2014, yo seguía preguntándome por qué aún no habían hecho lo necesario por desarrollar un programa de licencias si parecía claro que el mercado lo estaba solicitando. Yo mismo había sido testigo de cómo un licenciatario era rechazado por funcionarios de la universidad después de poner una jugosa propuesta en la mesa y no podía entenderlo a pesar de la justificación que me dieron entonces.
Hace algunas semanas entendí perfectamente que el modelo de negocio de la Universidad de Guadalajara no es hacia afuera, es hacia dentro, su mercado está cautivo y se está refrescando cada 6 meses, la universidad es en sí, un canal de distribución al que nadie puede acceder, a menos claro, que haga los méritos suficientes para estar ahí.
9 de Mayo del 2015. Apenas 364 días después de que iniciara el sueño de la primera división, los Leones Negros no logran mantener la permanencia en la misma debido a los malos resultados y tienen que regresar a la primera A. Sin duda los que apenas hace un año celebrábamos en el Jalisco el ascenso de los melenudos, tuvimos un día totalmente opuesto a lo sucedido en el 2014 y despedimos con pesar al equipo “que nació grande”, a la mejor afición de México, al equipo con el uniforme ¡más chingon! Y del que en un año no fueron capaces de (o tal vez no quisieron) construirle un programa de licencias al equipo de la Universidad de Guadalajara.
Esas son la clase de oportunidades que se van y que no regresan y no tienen que ver con un plan de negocios, no siempre tienen que ver con una ganancia, tienen que ver con una memorabilia, con la posibilidad de “congelar” en el tiempo, un buen momento, acompañado de un buen artículo, que perdure, que se convierta en parte de la historia colectiva de nuestro estado, algo que se pueda heredar, algo que nos ponga nostálgicos y que nos garantice que aun cuando el equipo pueda no regresar jamás a la primera división, tuvo “sus años” de gloria, sus momentos mágicos, de los que habría una constancia física, imborrable en las siguientes décadas, alineada con el fenómeno que significó en su momento.
¡Ni hablar! A seguir trabajando, a esperar, a remontar, a mejorar y con suerte a regresar…
Nos leemos pronto.
Antonio Mendoza