La industria de las licencias es una de las actividades más lúdicas en las que me ha tocado colaborar. Desde su concepción, su planeación, su estrategia y su operación no hay nada dentro de ella que no sea divertido. Trabajar con una licencia de personajes para mí, cumple a la perfección la máxima de Confucio que dice “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”. Y ejemplos para lo anterior tengo muchos como visitar una fábrica de dulces para probar los sabores de una nueva línea de paletas, conocer una fábrica de pelotas y hasta la fábrica de Legos en MTY son parte de las satisfacciones que este trabajo da…¡Es como estar en un día de paseo en la fábrica de chocolates de Willy Wonka!
Personalmente no me gusta la gente que hace negocios con personajes y que carece de alegría, de sentido del humor, que olvida lo maravilloso que es construir una línea de productos perfectamente coordinada y alineada con los objetivos que se han planteado y que deja de sorprenderse cuando un nuevo artículo les es enviado para aprobación física. En resumen, me parece muy triste que la gente se olvide de la magia detrás de los personajes y que sólo está ahí por el dinero.
Los personajes simbólicos que se comercializan en el mercado, sin importar cuál es el objetivo principal de su programa de licencias, tienen la magia de la cual la gente se alimenta todos los días en sus actividades cotidianas. No importa si tomas leche en un vaso de Batman, si ves un video de BajoTerra en YouTube, si tienes un Finn pegado con cinta en la parte alta de tu monitor cuando estás trabajando o si tienes un delantal de Distroller, crean un vínculo emocional con la gente con la que se relacionan y esa debería ser suficiente motivación como para que sus creadores y sus comercializadores trabajen contentos y deseosos de ver el resultado final… Lamentablemente no siempre es así.
Llámenme idealista, pero siempre que he tenido la oportunidad de involucrarme así sea asesorando o dirigiendo los destinos de una propiedad de personajes, siempre le he dicho al equipo que está detrás… “Si no te estás divirtiendo, no está funcionando” ¿Y es qué de qué otra manera puede ser si no es así? No se trata de hacer gente feliz a costa de las lágrimas, el sufrimiento o la sangre de los demás…Simplemente no es congruente. ¿Será por eso que el código de conducta de los licenciatarios de Disney es tan determinante en el trato humano de la gente que trabaja en los productos que se realizan para sus propiedades? ¡Y aguas con los incumplimientos! Estamos trabajando en la industria de los sueños, que viene forzosamente acompañada de ingredientes relacionados con el entretenimiento y los sentimientos. Se vale que tengas el objetivo de hacer dinero, se vale que veas a tus personajes como un vehículo para llegar a tal fin, pero así sea sólo por ganarte bien la quincena, piensa en la gente que estás tocando con los personajes y la diferencia que estos harán en su vida.
Gracias por leerme una vez más, gracias por leerme durante estos 7 años, por seguir conmigo en este sueño, que sigue siendo mi principal hobbie aunque haya gente que no pueda entenderlo así…
Seguimos platicando.
Antonio Mendoza
licensingmx@gmail.com