Para cualquier persona que se haya tomado con seriedad el tener una marca, debe haber (forzosamente) sentido de cerca el proceso de registrarla en el IMPI.
Es curioso ver el uso que se le da al IMPI, según el tamaño de tu empresa.
Si eres un micro o pequeño empresario, entenderás que el IMPI tiene un proceso de registro de marcas complicado, caro, tardado y normalmente en contra de quien está queriendo registrar una marca. Casi siempre, el microempresario querrá hacer él mismo el trámite, o si lo hace a través de un abogado tratará de que no le salga muy costoso y que quede a la primera sin errores.
Por otra parte si eres un empresario de mediano a grande, es probable que empieces a registrar más marcas de las que en realidad necesitas. Tener a tu disposición a un despacho de abogados a quienes les pagas una Iguala mensual, te empuja a pedir más y más, incluso si la idea es mala y nunca la vas a utilizar. No se diga las grandes empresas, quién es por alguna razón adoptaron la idea de registrar marcas en lote simplemente por vicio, creyendo (tal vez erróneamente), que al registrar una marca, registras también toda una idea y bloqueas la posibilidad de tu competencia de poder tomarla.
Hay miles de nombres que no pueden ser utilizados o aprovechadas por alguien que en realidad vaya a generar operaciones con su proyecto, debido a que alguien más ya registró esa marca y realmente no hay gran cosa que se pueda hacer. En muchas ocasiones se vuelve algo frustrante debido a que no entiendes por qué Bimbo, Motorola o Pepsico registró una marca, que no tiene absolutamente nada que ver con lo que ellos hacen de manera regular, pero simplemente la registraron y ahora no la puedes usar tú, en una clase que ni siquiera es en la que ellos normalmente venden sus productos.
Mi recomendación es, siempre buscar fonéticamente en la página del IMPI las coincidencias que puedan estar más cercanas a tu proyecto, para evitar este problema. El mejor momento para hacerlo es cuando vas iniciando; sin embargo sé que en muchas ocasiones el proyecto que inicias no necesariamente arranca o no llega muy lejos, pero si llegara a ser un proyecto importante para ti, probablemente ya sea muy tarde para poder registrar la marca y poder considerarla tuya. Por lo anterior recomiendo que sí o sí trates de proteger una marca aún cuando no sepas si va a tener éxito o no, porque se dice que una vez que tienes la idea, la misma se va al aire y es probable que después te des de topes al darte cuenta que alguien más la registró.
El tema es que uno se encariña de un proyecto, uno invierte tiempo y creatividad al elegir un nombre y en muchas ocasiones desde el nombre ya existe una coherencia o una estrategia y es terrible, no poder registrarlo porque alguien más lo tomó, teniendo ahora que repensar gran parte de tu proyecto, de tu estrategia y de tu plan sólo porque el nombre ya no está disponible.
Creo que al final esa es la diferencia entre uno y otro empresario. El más grande puede registrar muchas marcas aunque no las utilice y el más pequeño, aunque vaya a registrar una marca que si va a utilizar en un proyecto, puede encontrar dificultad durante el proceso.
Por eso les digo, lo que siempre le repito a los estudiantes que toman el curso de licensing. ¡No se enamoren el nombre de su marca, hasta que estén seguros que nadie más la tiene!
También es importante recordar que el proceso de registro ante el impi tiene una duración de por lo menos 6 meses, entonces aunque estés muy entusiasta de empezar de inmediato, considera estos tiempos en tu planeación y evita tener angustia y ansiedad desde los cimientos de tu proyecto.
Gracias por leer una vez más este espacio, en el que hablamos de todo lo relacionado con el mundo del licensing, desde los aspectos más divertidos, ludicos y creativos, hasta los más engorrosos y difíciles como puede significar, el registrar una marca.
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Les mando un saludo hasta la próxima oportunidad que tengamos de encontrarnos.
